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10 de septiembre de 2025
por el equipo de Ingenius
La producción estadounidense de trigo para 2025/26 se estima en 1.927 millones de fanegas, aproximadamente un 2% menos que el año pasado. Si bien eso reduce la oferta nacional, la demanda de exportación está compensando el déficit. El USDA elevó recientemente las previsiones de envíos a 875 millones de fanegas, 25 millones más que en julio, ya que el trigo rojo duro de invierno sigue vendiéndose competitivamente en el extranjero. Para los líderes en compras, esta combinación de una oferta más ajustada y unas exportaciones sólidas significa que los mercados seguirán siendo sensibles a los pequeños cambios en la demanda.
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La dinámica global está siendo moldeada no solo por la geopolítica sino también por las decisiones de adquisición. Jordania, por ejemplo, modificó su calendario de licitaciones de trigo para el verano después de haber mantenido precios favorables antes. Sin embargo, la historia más importante es la nueva cosecha de Rusia, que IKAR ha fijado ahora en 86 millones de toneladas, lo que la convierte en el mayor y más agresivo exportador del mundo. La producción de Ucrania es estable y, si bien los calendarios de envío mundiales siguen siendo complejos, las interrupciones en la cadena de suministro no se están intensificando. Para los compradores, esto subraya el valor de diversificar a los proveedores y considerar la posibilidad de contratar a plazo para reducir la exposición a la volatilidad.
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En el Reino Unido, la calidad del trigo sigue siendo buena, con niveles de proteína que rondan el 13,5% en promedio. Los contratiempos climáticos crearon algunas variaciones regionales, pero los resultados generales de la cosecha son sólidos. Los cambios recientes en la libra esterlina han reducido ligeramente los costos de importación para los molineros que compran trigo a precio de dólar, aunque el beneficio ha sido modesto. Los precios del Reino Unido se mantienen estables, mientras que los índices de referencia mundiales se han mantenido a la baja, lo que ha ayudado a los compradores a gestionar los costes de adquisición de cara a la siembra de otoño.

Los futuros del trigo de EE. UU. y los precios agrícolas locales se redujeron hasta septiembre. El precio agrícola promedio de la temporada cayó 0,10 dólares por fanega, y algunos contratos alcanzaron nuevos mínimos del año calendario. Para los líderes de compras y finanzas, esto crea oportunidades para replantearse las estrategias de inventario, revisar la cobertura de la exposición y aprovechar los precios al contado más bajos, sin perder de vista los cambios globales.
La incertidumbre económica, los cambios en la demanda mundial y la cosecha dominante de Rusia están modificando los perfiles de riesgo. Los expertos aconsejan a los equipos de compras que mantengan su flexibilidad distribuyendo la exposición entre los futuros de cereales, manteniendo bases de proveedores diversificadas y manteniendo las reservas de efectivo disponibles. Se hace hincapié en la resiliencia, es decir, garantizar el suministro y, al mismo tiempo, gestionar los costos en un mercado en el que la volatilidad ha disminuido, pero no ha desaparecido.
En septiembre de 2025, el mercado del trigo se define por una oferta estadounidense ligeramente más ajustada, la flexibilización de los precios de los futuros y las sólidas cosechas mundiales. Los inventarios se están reduciendo en comparación con el año pasado, pero se mantienen cómodamente dentro de los rangos normales. Para los líderes en compras y finanzas, la clave es la agilidad: equilibrar los precios más bajos con una fuerte competencia rusa y una demanda global constante. Al diversificar las estrategias y mantenerse proactivas, las empresas pueden mantener los costos bajo control y mantener cadenas de suministro resilientes en los próximos meses.
